España y lo español tiene una buena imagen en Canadá, por lo
menos en Vancouver. A pesar de la crisis y del éxodo de españoles que está
marchando del país, todavía hay canadienses que quieren dejarlo todo y empezar
una nueva vida en España.
Tengo dos amigos-conocidos que están decididos a buscar un
futuro en España. Uno de ellos ya ha vendido su piso y ahora tiene en venta su
negocio, con el objetivo de comprar en el Eixample barcelonés un piso de más de
500.000 euros que le abriría las puertas a la residencia permanente. Sí, en
España si quieres ser español gastas pasta y te lo ponen fácil. Pero que nadie
se engañe. En Canadá, también. Su idea es montar un salón –como se le llama a
una peluquería fina y de nivel, donde en vez de cortar el pelo, crean
tendencias…-. Le he advertido de la situación de España, de que allí los
negocios cierran en vez de abrir, donde los impuestos son mucho más altos y los
salarios más bajos, donde la gente se va… En fin, que informado está, incluso
del referéndum anunciado de independencia de Cataluña, pero él erre, que erre,
que ha estado en Barcelona y quiere irse a vivir allí, que es un momento bueno
para invertir en España, que está harto de Vancouver después de más de 20 años
y que en nuestro país hay calidad de vida y es donde quiere pasar el resto de
sus días…
El segundo más de lo mismo. Éste, divorciado, está esperando
que su hijo se independice para irse a vivir a Málaga con su nueva pareja. Su
idea es trasladar el trabajo que está haciendo aquí. Crear una empresa que
acerque el capital privado a las universidades, ese capital privado que nos
dice continuamente que los españoles somos vagos y poco eficientes, que nos
paga cada vez salarios más ridículos y exige carreras, másters y varios
idiomas, para trabajar explotado por un salario de mileurista, menos que un
salario mínimo canadiense. Y yo le comento lo mismo, que ahora no es un momento
para empezar un negocio en España, que en España las universidades tienen
fundaciones para hacer ese trabajo, que necesitas contactos, y que los negocios
en nuestro país no son tan fáciles como aquí…
Ser español mola en Canadá. El español es un idioma en alza.
De hecho, es el idioma más hablado en América y cada vez con más hablantes en
Estados Unidos, donde muchas empresas de atención al cliente ofrecen sus
servicios tanto en inglés como en español. Y España es Europa. Somos atractivos
para los canadienses pero también para otros inmigrantes, especialmente
asiáticos. Somos alegres, felices, amables, vivimos bien. Creen que trabajamos
poco y que nos pasamos el día durmiendo (la siesta, se entiende). Fiesta y
siesta son las dos palabras más internacionales en español. Todo el mundo las
entiende y marcan, desgraciadamente, nuestra imagen. Un día me dijeron si
“jugaba” con no sé qué. Traducción literal del inglés. Yo pregunté que qué era
eso que no tenía ni idea. Por lo visto era una droga, y se sorprendieron como
siendo español no la conocía. A veces no entienden que aunque la fiesta y el
alcohol forman parte de nuestra cultura, nosotros no nos dedicamos a
emborracharnos solos en casa, sino que es una forma de socializar, y aunque
salgamos hasta la madrugada no necesitemos sustancias adicionales (por lo menos
no todo el mundo, o de forma generalizada).
Hemos exportado con alegría esos estereotipos turísticos de
tierra de fiesta, playa, siesta y felicidad, que más allá de nuestras fronteras
se piensan que mientras ellos trabajan nosotros nos dedicamos a dormir, cuando
la verdad es que las jornadas laborales españolas son mucho más largas y, lo
que es peor de todo, se ve completamente normal trabajar horas extras sin que
te las paguen. En Canadá, en cambio, el salario es por horas, y cuantas más
horas trabajes, más dinero ganas, lo que hace que los empresarios estén menos
interesados en que calientes la silla de tu oficina.
La verdad es que esa
imagen que se ha creado de los españoles con el trabajo no solo se la creen
fuera, sino que nosotros mismos tenemos el complejo de pensar que somos más
vagos, menos eficientes y menos profesionales que el resto del mundo. Y no. No
señor. Tenemos unos horarios diferentes, pero en el tiempo que llevo en Canadá,
por mi experiencia y la de otros españoles que están trabajando aquí, no creo
en absoluto que así sea. Más bien todo lo contrario. En España hay mucho joven
profesional, muy currante, muy cualificado, y mal pagado, que con un buen nivel
de inglés sería capaz de comerse el mundo, al menos en Canadá.
¿Y entonces? ¿Por qué
las empresas en Canadá funcionan y en España no? Ese es un misterio que me preguntan
continuamente aquí y que es difícil contestar… Pero hay que tener en cuenta que
Canadá es un país enorme con muchísimos recursos, como petróleo, y que está
menos poblado que España, por lo que toca mucho más a repartir por cabeza, y
por lo tanto muchos menos impuestos a pagar, aunque ellos piensen que no,
porque se comparan con sus vecinos del sur, donde los impuestos son bajos
porque los servicios sociales también lo son.
En fin, que no hay nada como verse a uno mismo desde fuera
para conocerse mejor e incluso valorarse más.
Una cosa es cierta, no menospreciamos como trabajadores mucho más allá de la imagen o el topicazo que nos quieran poner. España tiene grande y claros ejemplos de empresas, trabajadores, personalidades, etc. Si nadamos en lo mediocre es porque nos da la gana, y porque consideramos que es mejor dar la batalla por perdida. Yo he vista mucha gente fuera a la que admiramos incondicionalmente por ser extranjeros y vivir en una capital, y si rascas, te das cuenta de que son personas como tu y como yo, pero sin miedos, ni tópicos, ni barreras mentales. Al final nadie ha inventado la pólvora mojada, ni ha tenido más suerte: generalmente han tenido o más valor, o menos miedo.
ResponderEliminarGracias Rober, otra vez me veo 100% reflejada en el espejo. No sé cual es la clave del misterio que describes. Llevo tiempo buscándola. Quizás se deba a que otras sociedades lidian mejor con la incertidumbre, tienen menos miedos interiorizados, están educados para afrontar retos y no para acomodarse en la zona de seguridad, no sé...lo que está claro es que se lanzan a por todas a la hora de emprender. Y si fracasan, pues no pasa nada, vuelven a empezar y listo. Ni hay remordimientos, ni escarnio público. Es lo que dice Víctor, son como nosotros, con más valor y menos autolimitaciones.
ResponderEliminarDices grandes verdades en este post, Rober. Pero discrepo en la imagen que tienen los canadienses de nosotros, españoles. Más allá de que España para ellos es en efecto un destino exótico lleno de sol y playa, mi impresión es que, al menos en la costa oeste, hay un gran respeto en lo profesional hacia los españoles. ¿Quizás porque la diáspora todavía no ha llegado aquí como al resto del mundo? Enhorabuena de nuevo por el blog.
ResponderEliminarCarlos comparto completamente lo que tú dices. Si he dado a entender otra cosa en mi post es que me he explicado mal.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por vuestros comentarios. Thanks!
Enhorabuena por el blog Robintao. Yo llevo siete meses por Vancouver y estoy trabajando en retail. Antes de venir aquí estuve un año y medio en Paraguay y los contrastes son muy curiosos de analizar y difíciles de entender. Salvando las evidentes distancias, siento que los españoles perciben Norteamérica de forma similar a como los sudamericanos perciben a España. Es un complejo de inferioridad que a mi juicio, no está justificado. O desde luego, no en la relación España-Canadá. Coincido 100% en lo dicho en tu post y los comentarios. Para mí lo que marca la diferencia es la capacidad de improvisación y adaptación de los americanos. Su forma de trabajo es mucho menos jerarquizada lo que los hace más ágiles y adaptables. Pierden control pero no pasa nada, su agilidad les permite caerse hasta cuatro veces cuando nosotros todavía no nos hemos levantado porque el gerente de turno no ha dado su visto bueno. Y para cuando lo da, el proyecto ya no tiene sentido, se pasó la oportunidad. En cuanto a formación y capacidad de trabajo, creo que no tenemos nada que envidiar a los canadienses. Yo aquí tengo un sueldo de mierda y todavía tiro de ahorros para pagar las facturas pero hay algo en el ambiente que me hace sentir lleno de energía y positivismo. La sensación de que esta es tierra de oportunidades. No percibo victimismo ni queja ni el hacer leña del árbol caído tan propio de España. Enfin, ahí dejo mi comentario. Abrazo a todos y una vez más, enhorabuena por el blog. keep it up!
ResponderEliminar