miércoles, 2 de abril de 2014

España vs Canadá, o de cómo nos ven y cómo nos vemos

España y lo español tiene una buena imagen en Canadá, por lo menos en Vancouver. A pesar de la crisis y del éxodo de españoles que está marchando del país, todavía hay canadienses que quieren dejarlo todo y empezar una nueva vida en España.

Tengo dos amigos-conocidos que están decididos a buscar un futuro en España. Uno de ellos ya ha vendido su piso y ahora tiene en venta su negocio, con el objetivo de comprar en el Eixample barcelonés un piso de más de 500.000 euros que le abriría las puertas a la residencia permanente. Sí, en España si quieres ser español gastas pasta y te lo ponen fácil. Pero que nadie se engañe. En Canadá, también. Su idea es montar un salón –como se le llama a una peluquería fina y de nivel, donde en vez de cortar el pelo, crean tendencias…-. Le he advertido de la situación de España, de que allí los negocios cierran en vez de abrir, donde los impuestos son mucho más altos y los salarios más bajos, donde la gente se va… En fin, que informado está, incluso del referéndum anunciado de independencia de Cataluña, pero él erre, que erre, que ha estado en Barcelona y quiere irse a vivir allí, que es un momento bueno para invertir en España, que está harto de Vancouver después de más de 20 años y que en nuestro país hay calidad de vida y es donde quiere pasar el resto de sus días…



El segundo más de lo mismo. Éste, divorciado, está esperando que su hijo se independice para irse a vivir a Málaga con su nueva pareja. Su idea es trasladar el trabajo que está haciendo aquí. Crear una empresa que acerque el capital privado a las universidades, ese capital privado que nos dice continuamente que los españoles somos vagos y poco eficientes, que nos paga cada vez salarios más ridículos y exige carreras, másters y varios idiomas, para trabajar explotado por un salario de mileurista, menos que un salario mínimo canadiense. Y yo le comento lo mismo, que ahora no es un momento para empezar un negocio en España, que en España las universidades tienen fundaciones para hacer ese trabajo, que necesitas contactos, y que los negocios en nuestro país no son tan fáciles como aquí…

Ser español mola en Canadá. El español es un idioma en alza. De hecho, es el idioma más hablado en América y cada vez con más hablantes en Estados Unidos, donde muchas empresas de atención al cliente ofrecen sus servicios tanto en inglés como en español. Y España es Europa. Somos atractivos para los canadienses pero también para otros inmigrantes, especialmente asiáticos. Somos alegres, felices, amables, vivimos bien. Creen que trabajamos poco y que nos pasamos el día durmiendo (la siesta, se entiende). Fiesta y siesta son las dos palabras más internacionales en español. Todo el mundo las entiende y marcan, desgraciadamente, nuestra imagen. Un día me dijeron si “jugaba” con no sé qué. Traducción literal del inglés. Yo pregunté que qué era eso que no tenía ni idea. Por lo visto era una droga, y se sorprendieron como siendo español no la conocía. A veces no entienden que aunque la fiesta y el alcohol forman parte de nuestra cultura, nosotros no nos dedicamos a emborracharnos solos en casa, sino que es una forma de socializar, y aunque salgamos hasta la madrugada no necesitemos sustancias adicionales (por lo menos no todo el mundo, o de forma generalizada).

Hemos exportado con alegría esos estereotipos turísticos de tierra de fiesta, playa, siesta y felicidad, que más allá de nuestras fronteras se piensan que mientras ellos trabajan nosotros nos dedicamos a dormir, cuando la verdad es que las jornadas laborales españolas son mucho más largas y, lo que es peor de todo, se ve completamente normal trabajar horas extras sin que te las paguen. En Canadá, en cambio, el salario es por horas, y cuantas más horas trabajes, más dinero ganas, lo que hace que los empresarios estén menos interesados en que calientes la silla de tu oficina.

La verdad  es que esa imagen que se ha creado de los españoles con el trabajo no solo se la creen fuera, sino que nosotros mismos tenemos el complejo de pensar que somos más vagos, menos eficientes y menos profesionales que el resto del mundo. Y no. No señor. Tenemos unos horarios diferentes, pero en el tiempo que llevo en Canadá, por mi experiencia y la de otros españoles que están trabajando aquí, no creo en absoluto que así sea. Más bien todo lo contrario. En España hay mucho joven profesional, muy currante, muy cualificado, y mal pagado, que con un buen nivel de inglés sería capaz de comerse el mundo, al menos en Canadá.

¿Y  entonces? ¿Por qué las empresas en Canadá funcionan y en España no? Ese es un misterio que me preguntan continuamente aquí y que es difícil contestar… Pero hay que tener en cuenta que Canadá es un país enorme con muchísimos recursos, como petróleo, y que está menos poblado que España, por lo que toca mucho más a repartir por cabeza, y por lo tanto muchos menos impuestos a pagar, aunque ellos piensen que no, porque se comparan con sus vecinos del sur, donde los impuestos son bajos porque los servicios sociales también lo son.


En fin, que no hay nada como verse a uno mismo desde fuera para conocerse mejor e incluso valorarse más.