lunes, 7 de octubre de 2013

Entrevistas de trabajo en inglés... ¡pánico!

Uno de los mayores retos que he tenido que pasar desde que estoy en Vancouver es enfrentarme a entrevistas de trabajo en inglés. Si una entrevista de trabajo siempre impone, ya sea en España o en cualquier otro sitio, tener que hacerla en un idioma que no es el tuyo y en el que no te sientes cómodo lo complica bastante más.

Carencia de vocabulario. No encontrar las palabras adecuadas con las connotaciones precisas. Y el dichoso listening… No entender a veces qué es lo que te están preguntando exactamente. Y aunque por supuesto que puedes decir que no entiendes la pregunta o si te la pueden repetir de nuevo, tampoco hay que abusar mucho de esa fórmula, ya que uno de los principales objetivos del entrevistador cuando te hace la entrevista es conocer tu nivel de inglés.

Ante cualquier entrevista, pánico, y más en inglés

En términos generales, las entrevistas no me ha parecido que sean tan profesionales como en España. Más que nada, porque los trabajos a los que aspiramos son menos cualificados y en vez de entrevistarte con un responsable de recursos humanos lo haces con el que será tu jefe de turno, sin ninguna formación específica en selección de personal. Por eso, además de saber si tu nivel de inglés es suficiente para el puesto, intentarán averiguar sobre tu experiencia y habilidades. En mi caso, en una empresa me pidieron en la segunda entrevista que presentara un plan de marketing para abrir mercado en Latinoamérica, avisándome el día anterior por la noche vía email. En otra centraron la entrevista, de una hora, en temas relacionados con marketing on line. ¿Qué opinaba? ¿Qué haría para conseguir una cosa o la otra?

En general, de las entrevistas que hice salí contento. Más que nada porque tampoco esperaba gran cosa. Era consciente de que mi nivel de inglés era limitado y tenía bastante pánico a no entender al entrevistador. Esto del listening es como los pimientos de padrón. A unos les entiendes perfectamente y a otros no… como si hablaran un idioma completamente distinto…

Como los pimientos de padrón, a unos los entiendes y a otros no... :P
Me lo tomé como si fuera una clase más. Al fin y al cabo no había nada que perder. Me preparé un poco el día anterior, buscando vocabulario técnico y teniendo claro qué fortalezas podía resaltar. Al no ser profesionales de selección de personal, andan más perdidos con las preguntas y te dejan llevar bastante la iniciativa, así que prepárate un speech para explicar tu trayectoria y en el que intercalar las fortalezas que pueden ser interesantes para el puesto en cuestión.

Sobre el tema de títulos, yo tan solo me he traído una fotocopia de los originales. Ni traducidos ni nada… Y ni siquiera me los han pedido. Pero igual en otras profesiones sí que es necesario.

Al final, alivio y subida de autoestima
En general, me han parecido experiencias muy positivas. Entré cagado y salí muy crecido en todas ellas. Al final vas resolviendo la situación como puedes. Tu inglés no será perfecto pero te harás entender. Y darte cuenta de que eres capaz de afrontar una situación como esa te subirá la moral y te hará ver que tu inglés sí que ha mejorado mucho más de lo que pensabas. Yo no me imagino poder haber pasado una entrevista de una hora en inglés nada más llegar a Vancouver. Y todo eso desde luego que te sube la moral, la autoestima y lo que sea. Solo comparable con cuando recibes un email de la empresa diciéndote que el puesto es tuyo.

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